Territorio y memoria
Documentos Eje Territorio y memoria. TE. Lycée Jean Vigo
Mme Compère
Las Soldaderas

Una soldadera, también conocida como adelita, fue una mujer involucrada en la revolución mexicana, luchando o acompañando a los soldados.​ El rol de la soldadera en la revolución variaba. Las soldaderas luchaban o trabajaban como cocineras, enfermeras.

La escritora Katya Maldonado Tavillo dice que

“...sin ellas los soldados no hubieran comido ni dormido ni peleado”.

Cabe destacar que el mito de la soldadera como mujer exclusivamente luchadora no es totalmente cierto. Es decir que la mayor cantidad de soldaderas no peleaban, aunque seguían a los campos de soldados. Hubo una gran cantidad de soldaderas que peleaban, y algunas se hicieron famosas, como Petra Herrera, Beatriz González Ortega y Angela Jiménez.3​ Vale notar que mientras que las soldaderas podían pelear si querían, sus roles más comunes consistían en proteger a sus maridos y a sus familias de enfermedades y del hambre

Las soldaderas también representaron un cambio en las identidades femeninas. Las mujeres hacían tareas consideradas masculinas y después de la revolución, principalmente en las décadas del veinte y del treinta del Siglo XX, la gente en México tuvo un cambio social de género.


Wikipedia
Original link
La Adelita
La Adelita

En lo alto de una abrupta serranía
acampado se encontraba un regimiento
y una moza que valiente lo seguía
locamente enamorada del sargento.
Popular entre la tropa era Adelita,
la mujer que el sargento idolatraba
que además de ser valiente era bonita
que hasta el mismo coronel la respetaba.
Y se oía que decía
aquel que tanto la quería…
Si Adelita se fuera con otro
la seguiría por tierra y por mar,
si por mar en un buque de guerra
si por tierra en un tren militar.
Si Adelita quisiera ser mi esposa,
y si Adelita ya fuera mi mujer,
le compraría un vestido de seda
para llevarla a bailar al cuartel.
Y después que terminó la cruel batalla
y la tropa regresó a su campamento
por la vez de una mujer que sollozaba
la plegaria se oyó en el campamento.
Y al oírla el sargento temeroso
de perder para siempre su adorada
escondiendo su dolor bajo el reboso
a su amada le cantó de esta manera…
Y se oía que decía
aquel que tanto se moría…
Y si acaso yo muero en la guerra,
y mi cadáver lo van a sepultar,
Adelita, por Dios te lo ruego,
que por mí no vayas a llorar.
Original link
Revol Mexicana Apuntes
Emiliano Zapata Pancho Villa
Original link
Emiliano Zapata y Pancho Villa entrando en la Ciudad de México y sentados en el Palacio Nacional
¡qué símbolo¡